sábado, 30 de junho de 2012

El Paraguay arrasado


Susana Merino

Otra vez el Vaticano
le ha clavado a nuestra América
un puñal ensangrentado
y corriendo a ubicarse presuroso
en privilegiado lugar
de “primus inter pares”
ha bendecido al sátrapa traidor
del pueblo paraguayo.
Otra vez nuestro Cristo ha sido herido,
herido y traicionado
por los treinta denarios de la soja,
que destruye los campos y corrompe
con saña inconcebible a los humanos.
Otra vez nuestro Cristo se ha inmolado
a la vera de esos campos arrasados
de esos bosques extinguidos
de esos ríos degradados
de esos suelos maltratados
de la vida sin futuro de esos pueblos
de inmemorial pasado en estas tierras
Y otra vez en el nombre de ese Cristo
el vicario de un Dios que no es el suyo
sepulta en el olvido a los que sufren
y elogia sin pudor a los que lucran
o detentan poderes usurpados
condenando al dolor, a la inclemencia
y a prematura muerte a sus hermanos.
¡Tal vez callar hubiera sido más cristiano!

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