Según un estudio reciente, ratas que fueron alimentadas con
transgénicos por científicos franceses desarrollaron tumores grandes
como pelotas de ping-pong
"Por
primera vez en el mundo, un transgénico y un pesticida fueron estudiados por su
impacto en la salud a más largo plazo de lo que lo habían hecho hasta ahora las
agencias sanitarias, los gobiernos y la industria. "Los resultados son alarmantes",
aseguró Gilles-Eric Seralini, profesor de la Universidad
de Caen y director de la
investigación.
Los
científicos alimentaron durante dos
años a doscientas ratas de
tres maneras distintas: únicamente con maíz
transgénico NK603; con maíz transgénico NK603 tratado con Roundup (el herbicida más utilizado del mundo)
y con maíz no modificado genéticamente tratado con
Roundup. Ambos productos (el maíz NK603 y el herbicida) son propiedad del
grupo estadounidense Monsanto.
Durante la investigación, los granos formaron parte de una dieta equilibrada,
en proporciones equivalentes alrégimen
alimenticio de los Estados Unidos.
"Los
resultados revelan una mortalidad
mucho más rápida e
importante durante el consumo de los dos productos", indicó Seralini,
experto en transgénicos. "La primera rata macho alimentada con
transgénicos muere un año
antes que la rata indicador (es
decir, que no se alimenta con transgénicos)", señaló. Los tumores aparecen
en los machos hasta 600 días antes (en la piel y los riñones).
En
el caso de las hembras, (tumores en las glándulas mamarias)
aparece una media de 94 días antes en las hembras alimentadas con
transgénicos, indica el informe. El artículo de Food and Chemical Toxicology,
al que accedió la agencia AFP,
muestra, además, imágenes de ratas hembra con tumores
más grandes que pelotas de ping-pong.
"Con
una pequeña dosis de Roundup, que corresponde a la cantidad que se puede
encontrar en Bretaña (norte de Francia) durante la época en que se esparce este
producto, se observan 2,5 veces más tumores mamarios", explicó
Seralini. "Son los mejores tests que se pueden llevar a cabo antes de
las pruebas en humanos", aseguró el científico.
El
gigante estadounidense Monsanto y la asociación que agrupa a los cerealeros
franceses, Iniciativas
Biotecnológicas Vegetales (IBV),
no emitieron opinión, porque no accedieron al informe. A nivel
gubernamental, el estudio también provocó las primeras reacciones. Stephane Le
Foll, el ministro de Agricultura francés, uno de los países que lucha dentro de
Europa para evitar el cultivo con transgénicos,
pidió medidas de
homologación de estos productos "muchas más estrictas" en la Unión Europea.
Nenhum comentário:
Postar um comentário