Analizan el presente con preocupación, porque de concretarse generaría
más problemas ambientales, económicos, sociales y alimentarios. Ya planifican
las acciones para repudiar la eventual liberación del cultivo, como prohibir la
entrada de sus semillas a las comunidades y hasta movilizaciones en Asunción.
El lunes 6 de agosto pasado el Ministerio de Salud paraguayo comunicó su
decisión de dar paso libre el maíz VT Triple Pro de Monsanto, con lo que se va
cerrando el círculo de aprobaciones institucionales para la liberación del
mismo en el país.
De entrar el maíz transgénico, toda la dieta, la economía, la genética y
la cultura indígena y campesina ancestral podrían registrar modificaciones
profundas, al ser desplazadas las especies nativas del cultivo y generar
dependencia de semillas patentadas.
Es la base alimentaria
El referente de la Asociación de Agricultores de Alto Paraná(ASAGRAPA),
Tomás Zayas, comentó que ya hace unos años se estima que el 50% del maíz
cultivado en el país es transgénico, que entró de contrabando con el silencio
cómplice de empresas transnacionales.
“Ahora Monsanto va a poder legalizar sus semillas y expandirse”, dijo.
Agregó que el Estado, en vez de aprobar sus cultivos, debería denunciar a la
empresa por esto.
La situación actual se analiza en las comunidades, agregó, y que lo que
pasa permite estudiar posibles movilizaciones. “Vamos a ir evaluando eso”,
dijo.
La preocupación del campesinado se da por dos motivos: la contaminación
genética del maíz nacional y de la salud humana por el consumo del maíz
transgénico; y al atentado contra la cultura campesina y la soberanía
alimentaria, siguió diciendo Zayas.
Recordó que el maíz es el alimento omnipresente en la cultura nacional y
uno de los principales sostenes alimenticios de las familias: “La base
alimentaria de nuestro pueblo es el maíz”.
Movilización en Asunción
“Este gobierno, Franco y su gente, representa a la oligarquía y no sólo
nos lleva hacia la privatización de las instituciones públicas, también de las
semillas y las tierras”, dijo Esther Leiva, secretaria general de la
Organización de Lucha por la Tierra (OLT).
Advirtió que la ideología de este sector es afín la habilitación y
liberación de los transgénicos y a la transnacionalización del país. Dijo que
evalúan con otras organizaciones campesinas qué medidas tomarán. “Debemos
defender el patrimonio del pueblo”, señaló.
Por de pronto, ya está planificada una movilización en Asunción para las
primeras semanas de setiembre, para presentar un paquete de exigencias y
reivindicaciones como la reforma agraria, y donde podrían incluir el rechazo a
los transgénicos.
Barrera contra los transgénicos
La dirigente de la Coordinadora Nacional de Organizaciones de Mujeres
Trabajadoras Rurales e Indígenas (CONAMURI), Magui Balbuena, cuestionó que el
ministerio de Salud priorice los estudios para liberar transgénicos antes que
atender sus consecuencias ya existentes, como las que se registran en las
comunidades con los cultivos de soja.
“Golpe a golpe nos están llenando de este tipo de cosas”, dijo en
referencia a las últimas acciones del gobierno de facto en torno a los
transgénicos: la aprobación del algodón genéticamente modificado, la derogación
de una resolución que reglamentaba las fumigaciones, el apresuramiento para la
aprobación del maíz ahora...
Dijo también que es gravísima la situación del país, teniendo en cuenta
que la entrada del maíz de Monsanto significará el aniquilamiento de las
semillas criollas, que cuenta con unas 14 especies de maíz. También que la
sociedad paraguaya empezará a consumir los frutos transgénicos ¿Qué sabe la
gente sobre lo que come, sobre su comida?, se preguntó, señalando la falta de
información de los consumidores/as.
Siguió señalando que de concretarse su liberación traerá consecuencias
nefastas para el país, más problemas sociales, económicos, ambientales y
culturales. “Una tragedia más para nuestro pueblo”, resumió.
Por último, comentó que su organización decidió defender las semillas
nativas y poner barrera a la entrada de maíz transgénico en las comunidades
campesinas e indígenas. “Podemos declararnos en resistencia y reproducir el
maíz nativo, pero para eso no debe entrar en la comunidad la semilla
transgénica, de lo contrario, contaminará”, terminó diciendo.
Fonte: http://alainet.org
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